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~ BRASIL - LA CIUDAD DE RIO DE JANEIRO ~
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RIO DE JANEIRO SERÁ NUESTRO MEJOR REGALO DE NAVIDAD !
27 de diciembre : Siguiendo los consejos de nuestro amigo Remi, pasaremos nuestra primera noche en Petrópolis, a 60 km de Río, en un convento de unas religiosas que él conoce. Nos reciben muy afectuosamente y a las monjas les encantó curiosear nuestra 4x4. Al día siguiente llegamos a Río, una ciudad de la cual nos enamoramos. A pesar de que no somos "chupa cirios", más bien ateos, nuevamente fueron los curas los que nos dieron hospedaje en un convento, en pleno centro histórico de Río, el abad R. nos garantizó de ese modo la seguridad que necesitábamos en una ciudad que puede ser peligrosa, pasaremos allí cuatro noches de confort y seguridad. |
Río de Janeiro, con sus 6,1 millones de habitantes en la ciudad y 11,35 millones en el conurbano, es la segunda ciudad más poblada del Brasil, luego de San Pablo, capital económica. En nuestra visita a Río contemplamos por supuesto mitos como el Pan de Azúcar, y el Cristo Redentor, inmortalizados en innumerables films, símbolos de la ciudad, también nos llamaron la atención los cariocas (habitantes de Río), nos parecieron la perfecta encarnación de la alegría de vivir. |
El Pan de Azúcar de 400 metros de altura tiene una forma peculiar, los indios lo llamaban Pau-nd-Acuqua, lo que significa alto promontorio puntiagudo y aislado, a los portugueses ese nombre les sonó como Pan de Azúcar, además el pico les recordaba los moldes de arcilla que se utilizaban para hacer los terrones de azúcar, así que lo rebautizaron. Hay un teleférico que permite ir hasta la cima, pero las colas para acceder son peores que las que hay que hacer para subir a la torre Eiffel! Por lo tanto nos contentamos con observarlo de todos los lugares posibles, en especial desde una esplanada que hay entre Río y el Corcovado. |
En lo alto del Corcovado, el Cristo Redentor parece querer abrazar toda la bahía con sus brazos tendidos y una expresión de placidez en su rostro. La estatua es impresionante ( pesa 1.145 toneladas), está a 710 metros de altura. De noche cuando está iluminada y se la puede ver desde todo Río. La obra fue hecha en 1931, producto de la colaboración de un escultor francés : Paul Landowski con el arquitecto brasilero Silva Costa. Desde lo alto o desde el mirador intermedio (mirante Marta) se puede contemplar una vista espectacular de Río y su bahía. Tanto el Pan de Azúcar como el Corcovado en esta época estival del año están muy frecuentemente rodeados de bruma, lo que hace que estas dos maravillas parezcan aún más misteriosas. |
En verano circulan centenas de miles de personas. La efervescencia es permanente, día y noche, especialmente en la época de las fiestas, entre navidad y Año Nuevo.
Pero Río tiene muchas facetas, las callecitas del viejo barrio bohemio de Santa Teresa, el encanto casi campesino de Urca, las calles coloniales y las magníficas iglesias del barrio histórico, como el Monasterio de Sao Bento, construido por los monjes benedictinos al principio del siglo XVII en el Morro de Sao Bento, una de las cuatro colinas que delimitaban el Río colonial. Su fachada, bastante sobria, esconde un rico interior barroco adornado profusamente en oro. |
Desgraciadamente Río también es sus innumerables favelas (680) sobre las colinas de la ciudad. Más del 10% de la población carioca vive en esas villas miserias llamadas favelas en Brasil, éstas crecen a ritmo sostenido. Su construcción, adaptada al terreno escarpado de las colinas, está hecha con una amalgama de materiales, muchas veces recuperada de los basurales. Estas precarias construcciones engendran numerosos accidentes, la mayoría debidos a ocasionales fuertes lluvias que provocan el deslizamiento de grupos enteros de casas. La apariencia caótica de las favelas esconde una organización precisa y muy jerarquizada del espacio, reglas y costumbres. Ciudad dentro de otra ciudad, la favela asusta a quien no habita en ella. También es escenario de violencias, a menudo debido al tráfico de drogas y guerras entre clanes. La situación en las diferentes favelas es muy desigual, desde hace algunos años la municipalidad efectúa un trabajo importante de reestructuración, creando construcciones sólidas, aportando agua, electricidad y teléfono (Para saber más sobre la vida en las favelas referirse a nuestra página sobre los papeleiros de Porto Alegre). |
Para poder tener una vista general sobre la Bahía de Río lo mejor es ir a Niteroi, una península situada del otro lado de la bahía. Un inmenso puente une ambas partes, logrando desde él, magníficas vistas del Pan de Azúcar y del Corcovado, también se puede hacer la travesía con un catamarán, medio de transporte muy utilizado por los cariocas que viven en Niteroi pero trabajan en Río. Una de las principales atracciones de Niteroi es el Museo de Arte Contemporáneo, concebido por el arquitecto Oscar Niemayer, un edificio curvilíneo parecido a un plato volador frente a un panorama espectacular, una de sus curvas es paralela a la del Pan de Azúcar con lo que se logra un contraste sorprendente entre el modernismo y la mítica roca. |
Cuando estábamos buscando un lugar a la sombra para poder hacer nuestro picnic, se acercaron Eric y Sonia, una pareja franco-brasilera que nos invitó a almorzar con ellos en una maravillosa casa de madera que están acondicionando como casa de huéspedes. Eric tiene una formación culinaria que hoy aplica a hacer obras de arte …en chocolate que vende en Brasil. ¡Son cuadros magníficos que da pena comerse! Visiten el sitio : Eat the paint . Recomendamos calurosamente a los futuros viajeros a Río que buscan un lugar calmo para hospedarse que vayan a lo de Eric y Sonia, les va a encantar. El costo es entre 100 y 150 Réais para dos personas. Tel : (21)27114586. Email |
Éric nos aconsejó subir hasta el parque de la Cidade, lo que nos permitió tener una vista sobre la bahía de Río absolutamente impactante. Sin lugar a dudas la bahía de Río puede rivalizar con la de San Francisco o la de Sydney, es algo que no se puede dejar de conocer. Finalmente visitamos en la punta de Niteroi el fuerte de Santa Cruz de Barra, que cosa extraña, está abierto al público y tiene una vista interesante sobre la entrada de la bahía. Dentro del fuerte hay un restaurant instalado, el Zéfiro, con inmensas ventanales sobre la bahía y con precios muy razonables( 40 Réais). Enamorados de Río decidimos quedarnos un día más y pasar el primero de año allí. Nuestro último día nos permitirá conocer algunos barrios cercanos a las favelas. |
Fue en el barrio de Urca, con el que simpatizamos particularmente, que improvisamos nuestra cena de fin de año, al borde del mar con una excelente vista sobre el Pan de Azúcar y el Corcovado. Preferimos este sitio tranquilo y familiar a los multitudinarios festejos de Copacabana. Instalamos nuestra mesa en la vereda, rodeados de otros grupos de cariocas y comimos tostadas con caviar acompañada de un charque especial que nos regalaron en el Uruguay. Muchos cariocas se acercan intrigados por nuestra 4x4. Una pareja de brasileros que viven en un departamento al lado de donde estacionamos ,Angela y Jao, bajaron con una botella de champaña brasilero( Espumante Natural Branco, fabricado por Chandon do Brasil, el resultado es más que correcto) para brindar con nosotros. ¡Los brasileros son increíblemente hospitalarios! 1ro de enero del 2009 : Luego de visitar nuevamente el Monasterio Sao Bento donde escuchamos unos magníficos cantos gregorianos, dejamos Río para dirigirnos hacia el sur del Brasil. Visitamos Paraty, una ciudad colonial considerada una de las perlas históricas del sur del Brasil pero demasiado turística para nuestro gusto, decidimos entonces recorrerla a las 7 de la mañana, cuando no había nadie en la calle. Tomamos la ruta de la costa hacia San Pablo, sin saber que era una semana de altísimo tránsito (principio de vacaciones, retorno de la fiesta de fin de año, etc), los balnearios estaban llenos de gente, lo que provocaba terribles embotellamientos, tuvimos que parar para descansar en dos oportunidades y retomamos la ruta a las 22 hs , para atravesar el "gran Sao Paulo" de noche, pero inclusive a las 2 de la mañana, en Santos, el puerto de Sao Paulo, tuvimos que hacer más de una hora de cola para tomar el ferry que nos permitía atravesar el río. A las 3.30 hs de la madrugada, paramos para dormir algunas horas, ya lejos de la mega polis que deseábamos evitar. Demoramos 4 días más antes de llegar a la frontera con el Uruguay, parando solamente en la isla de Santa Catalina, en Florianápolis. El buen tiempo nos permitió disfrutar de sus hermosas playas, verdadero paraíso para el surf, las olas no tienen nada que envidiarle a las de Hawai. Miércoles 7 de enero : Luego de 4 meses transcurridos en Brasil, dejamos ese maravilloso país para volver al Uruguay. |
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