TRAVERSIA EN CARGUERO DESDE FRANCIA ASTA ARGENTINA - Le Havre Buenos Aires con su vehiculo

	Se puede decir que en estos tres primero días de navegación nos pusimos al día con el sueño, acunados por el ruido de los motores y el suave movimiento del barco. En Casablanca no bajamos a tierra, nos quedamos en el camarote, desde el cual pescamos una conexión Wi Fi no protegida, ¡viva el progreso! Casablanca es una escala muy temida por los oficiales del barco. El puerto tiene un nivel 2 de seguridad, lo que hace que la tripulación esté de guardia constantemente durante el tiempo que el barco está amarado al dique, hay riesgo de atentado o de clandestinos.
En el mar el tiempo pasa más rápido pues gracias a nuestro GPS vemos cómo van disminuyendo los Km. que nos separan de nuestro destino final, pero en el puerto tenemos la sensación de estar perdiendo el tiempo. Tratamos de ocuparnos como podemos con todas las rutinas que ya contamos más el wi fi, el hacernos dos té por día gracias a la pava eléctrica que subimos de la 4x4, y el tiempo para la eliminación del té, todo ayuda a ocuparnos. ¡Algo fabuloso!: esa noche logramos una conexión excelente, como el mejor ADSL de Francia, gracias a nuestro amplificador que nos permite captar fácilmente las señales Wi Fi, así que durante 4 horas aprovechamos desde nuestra cabina a tener una larga conversación por Skype con nuestros amigos. Tercer día en Casablanca, empieza a ser pesado. A mediodía no nos atrevemos a preguntarle al Comandante o al Primer Oficial cuando nos vamos, pero el hecho de que se estén tomando todo su tiempo para comer, no es una buena señal, pues si tuvieran cita con el Piloto que conduce el buque fuera del puerto, ya estarían en sus puestos. Cuando terminamos de comer el Primer Oficial nos dice que sólo falta subir 56 containers, pero que las autoridades portuarias marroquíes sólo atribuyeron 3 estibadores a nuestro carguero, quizás cuando vuelvan a trabajar después de la siesta, hagan a tiempo para terminar esta noche …y además dice que nos pongamos contentos de que hoy no es viernes, el día de la gran plegaria…

Miércoles 25 de junio a las 21.30 : el Repubblica Argentina abandona finalmente el puerto de Casablanca, fue una escala de 60 horas, próxima escala Dakar dentro de tres días. Algunas noches son de fiesta pues el chef hace una comida digna de un tres estrellas por ejemplo el helado merengado que tenía tan buena presentación como sabor. Sábado 28 de junio: Luego de 3 días de mar, llegamos a Dakar, circundando la isla de Gorea. La cita con el Piloto es inmediata lo que hace que entremos enseguida en el puerto, en cuanto llegamos una docena de senegaleses suben al puente Nro 9 donde están aparcados centenares de autos usados que van hacia su segunda vida, y en unos segundos martillo y destornillador en mano, abren las puertas, después de haber sacado un vidrio lateral, ante la mirada impotente de la tripulación italiana (algunos hasta nos proponen marihuana).

Comienza el ballet de las grúas que van bajando los autos de a dos por vez y más de uno necesita un empujón de un tractor o de un Fenwick para poder arrancar. En ese momento se produce la gran corrida por el contenido de los autos,estos están llenos de múltiples objetos (televisores, hornos, piezas de automóviles, muebles, etc). Estos autos se van a dispersar en varios países: Senegal, Mali, Nigeria, Benin e inclusive Cameron. Hay que reconocer, sin embargo, que la organización está bien sincronizada en Dakar y el ballet de la descarga de los autos y los containers es mucho más rápida que en Casablanca: llegamos a las 19 h y partimos del puerto a las 6 de la mañana siguiente, un record.


Domingo 29 de junio 2008 : Salimos del puerto de Dakar en el horario previsto, para comenzar el cruce del Atlántico hacia Río de Janeiro, 6 días de navegación, 5.000 Km. a recorrer. Lo más sorprendente es que en el medio del océano Atlántico Sur, no se percibe ningún otro barco, pareciera que estuviéramos solos en el medio de esta inmensidad (debe ser diferente en Atlántico norte en el que el tránsito es más intenso). Girando la vista 360° alrededor , podemos comprobar que la tierra es redonda, a menos que no sea una ilusión óptica. Desde Dakar que ya no vamos dirección sur directo sino sudoeste. Además ese pequeño movimiento pendular del barco que nos acunaba se ha trasformado en un cabeceo mucho menos agradable (por algo es que a los bebés se los hamaca lateralmente para hacerlos dormir). Esa noche atravesamos una fuerte tormenta, fuerza 7, el carguero se mueve bastante pero hay que decir que estos mastodontes resisten bien en el mar e impiden que nos mareemos, lo que molesta para dormir es el ruido y los golpes contra el agua, al día siguiente nos despertamos con algo de vértigo. Al quinto día de la travesía finalmente nos cruzamos con un barco, el GPS lo confirma: estamos a 500km de la costa brasilera, el tránsito comercial va a comenzar a intensificarse.


Una de las mañanas el primer Oficial nos anuncia una visita guiada a la sala de máquinas, un oficial responsable de las máquinas nos explicará con todo detalle, durante una hora, el funcionamiento del carguero. Es muy impresionante pero compadecemos a los maquinistas que tienen que trabajar con el calor y el ruido de los motores.

Características del Repubblica Argentina

Longitud : 208 m

3 5 mAltura : 35 m

Peso : 52.000 toneladas

Motores : 8 cilindros

Potencia : 17.000 Kw.

Capacidad de reserva de fuel-oil: 3.000 toneladas

Consumo : 72 toneladas por día

Velocidad media : 19,5 nudos ( 36 Km. por hora)

Consumición de agua : 15 toneladas por día

Desalinación del agua de mar : 25 toneladas por día

Flete : el cargo puede transportar 3.500 vehículos además de 1.350 containers

Pasajeros : 12 máximo, si más médico obligatorio

Equipaje : 30 personas


Ese domingo nos toca otro simulacro de seguridad. Alarma general por “hombre al agua”, la tripulación y los ocho pasajeros se reúnen en el puente 9, pero sólo se nos explica la teoría, pues dado que vamos a una velocidad de 36 Km /h sería muy arriesgado hacerlo de verdad (dar la media vuelta al barco), todo se desplazaría en el interior. Ya hace 10 días que estamos a bordo y hay que reconocer que a pesar de que no tenemos nada que hacer en todo el día, los días pasan rápido ordenados al compás de las comidas. Poco a poco nos vamos organizando, vamos haciendo nuestras rutinas, sólo interrumpidas por las propuestas de actividades del Primer Oficial, que como ya dije casi siempre tienen que ver con la seguridad. Nos estamos acercando al ecuador, la temperatura aumenta, el sol comienza a quemar, tenemos que buscar los lugares de sombra para instalarnos a leer en el puente. Cuesta pensar que dentro de unos días estaremos en invierno en el hemisferio sur y tendremos frío.


Martes 1^ro de julio 11hs35 : Atravesamos el ecuador, algunos marineros se corren por la cubierta mojándose con botellas de agua, ya estamos en el hemisferio sur y en invierno. El Comandante y el Primer Oficial ofrecen esa noche un asado a toda la tripulación y a los 8 pasajeros: aperitivo con saladitos seguido de una cena pantagruelésca cuya culminación son dos espectaculares postres confeccionados por Raffaele, nuestro super chef. Hay un ambiente de fiesta, esa noche no existen las jerarquías, lo que nos permite contactarnos con toda la tripulación.

4 de julio 2008 : El primer Oficial anda de mal humor pues parece que se está atrasando nuestra entrada a la bahía de Río, hay otro barco de la misma compañía que está amarrado ocupando el lugar y eso nos impediría poder amarrar la siguiente noche, como estaba previsto.

El GPS nos lo confirma ya no vamos a 36 Km/h sino a 30, están haciendo economía de combustible dado que igual vamos a tener que esperar. Pero todo se compensa, esta mañana, cuando pasábamos el paralelo sur 18 vimos aparecer decenas de ballenas que saltaban en el mar ofreciéndonos un espectáculo inolvidable, los 8 pasajero pasamos el día en el puente con los larga vistas y cámaras en mano.

Ya hace 15 días que estamos a bordo y salvo las 36 horas de tormenta, todo trascurre muy bien, el único reproche que se le puede hacer a la Compañía Grimaldi es que nos están cebando : ¡3 platos por comida, muy abundantes y ricos! Según la tripulación Raffaele es el mejor chef de la compañía y además la carne es argentina

Sin embargo estamos deseosos de recuperar nuestros hábitos alimenticios en cuanto lleguemos a Buenos aires.
A bordo nada se pierde, todo lo que sobra se tira al mar…y alimenta muy bien a los peces, pues la reglamentación autoriza a tirar los restos de alimentos cuando se navega a más de 20 Km. de la costa.


Sábado 5 de julio del 2008 : Luego de 6 días de travesía del Atlántico, entramos en la bahía de Río a la salida del sol, con lo que tenemos el privilegio de ver aparecer lentamente del medio de la bruma matinal al Pan de Azúcar. Lamentablemente Río es una ciudad contaminada y tapizada de hormigón, con lo que la magia de la bahía se va perdiendo a medida que nos vamos acercando. Bajamos a tierra después de almorzar para hacer una caminata por la ciudad y poder palpar el ambiente del Brasil. Lástima que no podamos bajar con el auto aquí, eso nos ahorraría una semana de barco, pero las reglamentaciones impiden entrar un auto por mar, ¡en vez no hay problema cuando se entra el vehículo por tierra! Hizo mucho calor esa noche, algunos oficiales y Suboficiales pasaron parte de la velada en la ciudad, al día siguiente hay muchos con aire de dormidos. La escala en Río dura demasiado para nuestro gusto y hay cosas del comercio internacional que tratamos de entender sin demasiado éxito: el barco cargó centenares de Mercedes Benz nuevos en Hamburgo con destinación a la Argentina, eso suena lógico, pero ¿por qué cargamos en Río centenares de Mercedes nuevas fabricadas en Brasil… con destino a Alemania? ¡La lógica tiene razones que la razón ignora!. También nos resulta extraño que embarquemos decenas de camiones Scania, fabricados en Brasil, con destino a San Petersburgo (vía Hamburgo). Domingo 6 de julio 14 hs : Dejamos Río, nuestra próxima escala es Santos, amarramos en ese puerto alrededor de medianoche, gracias a que los Pilotos trabajan toda la noche, Santos es uno de los principales puertos comerciales de América del Sur, es en realidad el puerto de San Pablo, que queda a alrededor de 50 Km de la costa. Esta vez embarcamos centenares de Volkswagen. Los estibadores brasileros son muy eficientes, así que partimos nuevamente por la tarde, tenemos tres días de mar antes de llegar a nuestro penúltimo puerto, Zárate para luego llegar finalmente al día siguiente a Buenos Aires. Una vez que atravesamos el paralelo sur 30, el viento se vuelve frío, el tiempo se torna invernal : frío y lluvia remplazan la dulzura estival del hemisferio norte, es noche a las 18 horas. Jueves 10 de julio : El carguero atraca alrededor de las 5 de la mañana en Zárate, un puerto argentino sobre el río Paraná, a 90 Km de la capital, es "el" puerto donde se descargan los autos nuevos de Buenos Aires, hay hectáreas de parkings a lo largo del río cubiertos por decenas de miles de autos nuevos. Nuestro carguero demora 30 horas para descargar los 2.000 autos nuevos y cargar una centena de Mercedes Sprinter con destinación a…Francia! Sábado 12 de julio 2008 : Luego recorrer los 90 Km que nos separaban de Bs As en 12 horas, el Reppublica Argentina llega al puerto de Buenos Aires. Ha sido un viaje de 23 días, largo pero instructivo. Las formalidades aduaneras son rápidas y FINALMENTE podemos sacar la 4x4 del barco para empezar nuestro viaje por América latina.